Contento espero. Con ansias, pienso. Valoro, atribuyo y amerito, a quienes están en companía. Hoy Sábado, es el día previo a una fiesta. Intrigas, confusión, misterio... tres palabras acumuladas en la última semana previo al recital. La bicicleta fué clave para apaciguar los dichosos flagelos.
A una despedida, le hago un recibimiento.
Mañana domingo, el Estadio de Racing Club de Avellaneda será testigo de un suspiro de alegría.
Nunca los ví y eso me llena de tremendos retorcijones de estómago que acusan ansiedad.
Respiración rara, empuje de garganta, agitación y orgasmo musical impagable.
Hoy estoy a la deriva de un incontenible júbilo en el que la familia y los amigos, estuvieron presente.
Si estás leyendo esto el Domingo 18 de Septiembre, sepas tu que estoy recibiendo la última demostración de Rock.
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