martes, 19 de julio de 2011

Ley De Medios: La concentración de dos poderes demagógicos.

Hoy, estamos así. Llenos de sentimientos lógicos de un momento de cambios. Los medios están pasando la étapa de noción ética y moral, evaluada por el estado presente. Es que, cayendo reiteradamente en aquél pulgar arriba de Néstor Kirchner, para fusión de Cablevisión y Multicanal que éstos aprovecharon para su interés corporativo, me da la obligación de apuntar con bastante hostigamiento, a la demagogia de estos dos sectores de poder.

Se dice que los medios son el 4º poder que reina en la masa de un pueblo. Que tiene la facultad de cambiar la realidad en sólo dos renglones y  tumbando gobiernos. Está claro que, Clarín es el multimedio más grande de latinoamérica, y tiene el suficiente poder para, aún con leyes que regulen su odisea, seguir alimentándose, en el peor de los casos, con más intensidad pre y post-ley.

Es que los medios no dicen la realidad, si no que la construyen, decía un Semiólogo...mmm no recuerdo. Esto es,  el medio que sea, a que línea de pensamiento corresponde y cómo trata los temas. Nadie está excento, nadie. 

Un día, Clarín empezó a mirar de reojo las acciones del gobierno con respecto a la 125, y quedó en evidencia en tapas con las "no buenas noticias". Recordemos que...Clarín fué un aliado incondicional del Kirchnerismo. Incluso Nestor Kirchner, necesito del grupo para llegar al sillón de Rivadavia, y el multimedio necesitó de Kirchner para seguir haciéndo de las suyas.
¿O acaso Kirchner no sabía como era el grupo? ¿O acaso el grupo no sabía como era Kirchner?

Después del divorcio, nació esa frase histórica : "¿Que te pasa Clarín?... ¿¡estás nervioso!?".
Salieron dos leyes: la 125 con la revelación política más intrascendente de Cobos y la Ley de Medios. La primera queda en rigor y la apoyo (Contrariamente a lo que pensé ni bien se armó el tole-tole Cleto)

Con la ley de medios me quedan muchas contradicciones y muchos síntomas vomitivos. Es cómo que, yendo al facilismo, "no me termina de cerrar".  Reconocer que, no he leído toda la ley de medios, pero aún así hablo desde la geografía visual que me dá la realidad. Llámenme ignorante, llámenme incoherente, lo que sea... aún así siento que esta ley de medios (Que sí hace falta), no es para la gente, si no por un interés político / financiero. 
Pero no es sólo eso, con todo el revuelo que generó la dicho proyecto, en que, indudablemente fué para Clarín, no lograron que este se estanque si no que siguió creciendo con críticas más duras, y más parciales. Esto logró un efecto espejo en los medios que se consideran "adeptos" a la política oficial, actuándo de la misma manera que el grupo Clarín.

Los medios de la corpo, según la otra corpo.
Mientras Clarín, Perfil, La Nación, dicen "malas noticias", Tiempo Argentino, Página 12 (resulta increíble, el medio que siempre cuestionó a los funcionarios de turno), dicen "las buenas noticias".

No se puede seguir victimizando a ningún medio bajo el condicionamiento de la opinión pública. NUNCA. Viendo estas comparaciones entre oficialista y opositores ¿Cómo es posible que se sigan chicaneando? No lo concibo. El oficialismo logró un objetivo, poner un sector corporativo que lo respalde políticamente ¿Cuál es problema ahora? La respuesta es simple. El dinero, el interés. La espalda de aquel muchacho dueño del barrio que no acepta que otro, actúe de la misma manera pero con otros formalismos. El estado tiene muchos medios que los respaldan, no sólo dos.

La discusión se sacó de contexto al pasar el tiempo. Hoy la ley de medios, se interpreta para los medios críticos y acentúa con enfasis que estos, responden absolutamente todos a la corporación de la derecha. Bueno es que tenemos dos teorías:
1.  Ley de Medios, otras voces, mejor contenido, monopolio 0 ¿Verdad?
2.  Ley de Medios, otras voces pero terminás siendo lo mismo que Clarín.

A ver, ¿No es que la ley de medios es necesaria para el pluralismo informativo u opinólogo?  ¿No es que la ley de medios  también sirve para cerrar el monopolio informativo de Clarín?
No entiendo. Uno a veces se pregunta porque se lo crítica a Caparrós, un tipo que apoya medidas oficiales y que cuestiona otras tantas. ¡o hay pluralismo o no hay!
Uno ve cuestionamiento al diario Perfil - cuyo director es Jorge Fontevechia - aludiendo a su respuesta al grupo de la corpo. Uno vé cuestionamientos a diarios muy críticos al gobierno, aún si no son de Clarín ¿Entonces de que mierda de Ley de Medios me hablás?

Bueno, en otro punto ajeno al paradigma corporativo básico y sencillo de lo que es Clarín, tenemos a La Nación. Un diario de línea editorial de derecha que antes de la ley de medios, no estaba en la agenda de gobierno nacional ni de los partidarios al mismo. Hoy La Nación (al que yo considero un buen diario), también es símbolo exponencial de la corporación mediática.

Los Periodistas golpistas.

Ni hablar de periodistas de otras voces críticas que bajo el facilismo apuntativo de los lustra botas oficiales, los consideran "vende patria", "amigos de la corpo", "Bancado de Tn":

Alfredo Leuco, "Pepe" Eliaschev, Jorge Lanata, Gustavo Sylvestre, Luis Majul, Nelson Castro, Santos Biasati, Tenembaum, Zlotogwiazda, Magdalena Ruiz Guiñazú, Diego Bonadeo, Gonzalo Bonadeo... y la lista varía en ascenso como un movimiento de status social al mejor estilo Weber. 
En mi forma particular de ver a estos periodistas, uno no está de acuerdo con Majul y con Sylvestre, pero aún así ¿Alguien puede negar la capacidad de análisis e intelecto de los demás periodistas?  ¿Qué se le puede cuestionar a Lanata? Si siempre apuntó contra todos los gobiernos...siempre. Un amiga me había dicho una frase tan acertada y tan real: "lo que pasa que con Lanata es que antes no lo escuchaba nadie, no le daban bola y ahora que lo escucha más gente como que le dan palos".

Esto me hace pensar que la Ley de Medios no es más que una ley ideológica que apunta a beneficiar a un sector camuflado del ramal oficial. Se actúa de la misma manera grotesca y miserable que el monopolio del régimen, siendo la misma coyuntura política. Se abre un debate ajeno a propios y extraños que intenten refutar esta tésis, a la que yo, sostengo con total convicción.
No hace falta ser un erudito para descubrir la obsecuencia de periodistas que respeto, pero que en su hipocresía hablan desde un lugar poco claro. Esto responde a que, como se dice: Si sos un periodista adepto a las políticas oficiales y sin cuestionamientos, justificando cualquier acción, sos de los intereses de la nación. De lo contrario, sos un gorila, vendepatria enemigo del pueblo.

En la ética del periodismo, se debe contar todo, y cuándo se dice todo, es todo. Lo bueno y lo malo. El gobierno apunta al pasado de los noventa como algo malo para el país y hay que aprender de eso, a lo que en verdad, suscribo, y aplaudo. Pero es lo malo que ellos ven, pero si lo malo lo dice un medio crítico, ahí salta el imaginario colectivo de la contradicción.
Si se hace una crítica ¿No hay que aprender de ella también?

Es lógico que, todos los caminos conducen a Clarín. Un medio que puede tumbar gobiernos, pero así como los tumba los hace subir al poder. Si la Presidente (Presidente, si), LA PRESIDENTE de la Nación Argentina, tiene las palabras fuertes para armar una latinoamérica independiente, emitiéndo el pronunciado discurso fuerte contra el país de ambición colonial. ¿Porqué no lo hace denunciando a los Noble-Magnetto, no desde el lado del ADN, si no desde el lado corruptivo que existe en él? Sencillamente, porque necesita que Clarín esté vigente, porque éste necesita del Gobierno. Porque ambos son partes de un mismo sistema informativo para tapar las realidades morales de los pueblos. 

Y los pueblos son los que consumen ambas cosas, a costa de perder la moral... si es que aún la conservan.










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