El presente está cerca de quienes intentan no refrescar, ni reprimirse entre terceros las obsolencias del pasado.
Uno pensaba que el pasado fué mejor aún, sin haberlo vivido.
Los ancianos en su juventud vivían rebelándose a su manera y en su interior, por las imposiciones de sus precedentes.
Hoy los jóvenes reniegan de las imposiciones de esos ancianos.
Uno saca la conclusión, que lo mejor es sólo una teoría de generaciones que puede ser veráz de acuerdo a como vivan las realidades. Y la verdad es hoy.